Ya sea de
mamíferos o aves, la sangre está estrictamente prohibida en la alimentación
Kosher. Luego de la matanza de los animales se realiza un proceso de salado y
empapado en agua para extraerla por completo.
Incluso el
hígado, por su alto contenido de sangre, requiere un proceso especial de asado
antes de que pueda ser comido, así mismo los huevos se examinan cuidadosamente para
asegurar que están libres de puntos de sangre.
Curador: Moisés Shemaria